30 de septiembre de 2011

RAFFO VS. MONTESINOS

27 de septiembre de 2011

¡PUCHA WON!

Sábado por la noche y tres chicos limeños se embarcan en un colectivo hacia Chorrillos. Toman el auto a la altura de 28 de Julio y Paseo de la República.
¿Tío vas a Los Cedros no? pregunto uno de ellos.
Claro, respondió el chofer.
La conversación entre ellos era fluida y entre todo lo que se dijo se puede rescatar lo siguiente:
¿Oe Julián y en Canadá qué hiciste won?
Pucha, déjame pensar —respondió Julián, quien iba en el asiento delantero.
El papá de mi pata chambea allá y se lo quiere llevar won —insistió Chacho.
Oe won no hice nada creo, pero Canadá es tranquilazo won —contestó Julián.
¡Pucha que imbécil!
Mientras tanto el chofer iba raudo por la Vía Expresa, por supuesto hablando por celular con su pata:
Ya llego won,  pareces jermita.
¿Ya estamos en Chorrillos? —preguntó Chacho.
Este won, ¿nunca has estado en Chorrillos? —dijo Martín, el tercer amigo.
No pues won, nunca he venido por aquí.
El colectivo tomaba la desviación con dirección a la Costa Verde y el chofer contestaba con mucha pericia nuevamente el llamado de su celular:
Ya pe causa, estoy allá en 15 minutos; no se vayan pes won.
Luego del brusco giro que dejó pegada la cara de los ocupantes en la ventanilla, Chacho volvió a la carga:
¿Sabes donde me alucino ahorita won...? En la playa.
Estamos en la playa won —dijo Martín.
No pues won, me alucino en Asia.
Anda won, no pasa nada con Asia, muy popular. No quiero decir popular por la gente, sino por la gente, osea mucha gente. Asia es un point. La voz ahora es Punta Hermosa won —dijo Martín.
Cuando el auto ingresó por la Av. Huaylas, Chacho preguntó:
Oe won esa es una estación de bomberos, ¿o venden carros bomberos?
won, venden carros bomberos de los años setenta, ¡imbécil! —Afirmó Julián— ¿Qué en La Molina no hay bomberos?
No conozco pues won.
El diálogo se tornó cada vez más bizarro y en ese pequeño tramo hablaron de fútbol, de política, de Ciro y Rosario, de física termodinámica, de las feas de la promo y otras banalidades. Pero mi testimonio concluye aquí, yo era el cuarto pasajero y tuve que bajarme del colectivo no sin antes cancelar mis tres lucas pes won.

12 de septiembre de 2011

¡NO QUIERES RECORDAR ESA NOCHE!

No quieres recordar esa noche...
Esa noche en que el anhelo
se hizo carne y sudor,
aquella vez en la que tu boca pudorosa
sucumbió al gozo y tu cuerpo tibio
se estremeció al sentir su aroma.

Esa noche que tuvo como
antesala el cálculo afiebrado
de un tal vez y como corolario
los espasmos de un éxtasis nuevo.

Prefieres olvidar como sellabas tus ojos
tras cada incursión de dicha,
y que fue con tus suaves manos
que ibas tentando al delirio.

No quieres aceptar que la culpa
te acompaña cada noche de luna
y que deseas rendirte nuevamente
a ese placer.

Demasiadas calorías, pero...
¡Qué delicia de Parrilla!