13 de noviembre de 2011

CORRIENTE INTELECTUAL

He dado poco tiempo y esfuerzo
a la tarea de germinar mi mente.
Creo entonces necesitar refuerzos
para suplir tanto saber ausente.

Sartre me condena a ser libre,
mientras Freud me juzga en un sueño.
Vallejo en Trilce logra que vibre
y Dalí me muestra relojes de ensueño.

Conozco a Elisa por Beethoven,
a una niña mala por Vargas Llosa,
sé de Juana de Arco cuando joven,
y oigo a Chabuca en tonada brillosa.

Pero eres tú quien más me ilustra,
la que en un invierno abrigó la fe.
Evitas la vaga pena que me frustra,
eres luz y tal vez lo único que sé.

Eres junio en una banca fría,
eres un sí, un acepto y un tal vez.
Eres mañana callada y tardía,
eres viernes, ayer, hoy y después.


Me dejaré llevar por la marea
de alguna corriente intelectual;
evitando a toda costa la idea
de ser un corriente intelectual.

12 de noviembre de 2011

¿POR QUÉ ME PEGAS? (Huaynito)















¿Por qué me pegas si yo te quiero?
Tú me maltratas y yo te adoro.
Si eres mi vida, eres mi cielo,
ya no me chanques más mi tesoro.

Patada en la ingle, puño en el ojo;
luego me dices fue de mentira,
que todo ha sido solo un enojo,
tomas mi brazo y me lo estiras.

Ya no recuerdas lo prometido,
mi cuerpo sigue adolorido.
Dices que he sido una conquista
y ahora parezco masoquista.

Hay Hermelinda si yo te quiero,
porque insistes en malograrme,
yo soy de carne y no de acero,
pega y no dejes de amarme.

FUGA
Pégame, pégame, pégame de nuevo;
ya verás, ya verás, que te lo devuelvo.
Pégame, pégame, pégame de nuevo;
dejarás, dejarás mi cuerpo en el suelo.

5 de noviembre de 2011

ESPERANZA

De esta noche se desprende su historia,
pues el pasado que la reveló ya no tiene sentido.
Ya está anidado en la frontera del recuerdo;
mortal, ajeno y ensimismado.

La ruta del tiempo fijó su desdén,
mas la primavera de su vida emerge,
claro como la aurora e intenso
como el canto del sinsonte.

Tropieza tal vez con la inexorable
turba del desgano, pero en su arremetida
vence el trajinar beduino de sus días.

Llega la hora y la hora parte de sus manos,
niega la nada escondida entre sus ojos,
corre hacia las fantasías que no conoce
e intuye alegre la realidad inesperada.

Atardecer en Chilcas (Ancash - Perú)