19 de mayo de 2011

CORRIENDO POR LA PLAYA

Secuela de “CAMINANDO POR LA PLAYA”


Me animé una buena mañana
a echarme a correr cual galgo
y demostrarme así lo que valgo
luego de aquella patraña.

El ardiente sol me abrasaba
y abrazaba fuerte el pendejo,
pues me sentí cual cangrejo
al ver que poco avanzaba.


No obstante para mi orgullo
rebasé a un perro cojo,
a un heladero sin ojo
y a un calato con chullo.

Para colmo no había tangas,
así que olvidé la ilusión
de observar algún mujerón,
aunque sea en minifalda.

Quise correr cual gacela
sin tener en cuenta siquiera,
que terminaría lengua afuera
trotando como mi abuela.

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