—De ninguna manera le dije. Yo soy una chica casi decente... Además no sé nadar y sufro de los bronquios.
—¿En verdad le dijiste eso Mechita?
—Claro Shirley, nada más y nada menos.
—Pero no quedó ahí manita, figurate que mi Pocholo insistía; pero tú sabes que yo soy de carácter. Así que cuando le dije "ok, acepto", se lo dije de forma muy enérgica; porque yo he estudiado en colegio de monjas, además no me llamo Mercedes por las puras. Esas cochinadas tan ric..., perdón tan malas, no van conmigo.
—¿Y entonces que pasó?
—Bueno, mi Pocholo me dijo que había leído por ahí sobre un lugar en Lince, en donde podríamos consumir, digo, consumar la fantasía. Entonces fuimos al lugar en cuestión y en cuestión de segundos sacó la...
—¿Se sacó la cuestión?
—Nooo, sacó la billetera porque cobraban por adelantado. ¡Ay Shirley, bien esto eres no!
—¿Y qué mas pasó Mechita?
—Bueno, nos entregaron las llaves y el control remoto, y mi Pocholo me llevó casi a rastras hacia el segundo piso. Parecía que estaba aguant..., digo apurado. Fue así que entramos al cuarto y en un seis entramos en calor.
—¿En un seis?
—En un dos por tres pues monga. Como tú sabes, yo soy muy tímida. Pocholo fue casi mi primer hombre, yo nunca tomé muy en serio los enamorados que tuve antes; así que Danny, Coqui, Walter, Felipito, Martín, Yerson y demás no cuentan.
—¡Mechita, qué bárbaro!
—¡Ay!, no te hagas Shirley que tú también vienes con tu "lista de novios" mismo Saga... Como te seguía diciendo, ¿en qué me quedé?
—¿En Yerson?
—No boba. ¡Claro! Yo soy tímida así que le dije a mi Pocholo: -Por fa, Pochis, apaga la luz- Y él, muy obediente la apagó. Aunque no supe, hasta después, lo que quería hacer con la cámara de vídeo. Entonces me tomó entre sus brazos, me besó y luego de un rato nos tumbamos en la cama, la cual sentí demasiado blanda para mi gusto, pero igual perdí la cabeza, me dejé llevar, y cuando estaba a punto de... ¿Qué crees?
—¿Qué?
—Es que me emocioné tanto que... ¡Qué vergüenza! ¡Me mojé! Mejor dicho nos mojamos, nos empapamos. Pocholo me dice "tigresa", y no precisamente porque cante feo sino por mis uñas; las cuales, en un arranque de placer, terminaron por desgarrar la cama de agua hasta reventarla. Es que en esos instantes una se desconoce y en mi caso soy capaz de quebrar lo que tenga a mano. Es más, una vez dejé al pobre Martín con una severa contractura muscular en el cuello. ¡Qué palta!
—Pero Mechita, tú te pasas.
—¡Ay chola, es que soy muy pasional! En resumen, fue el momento más embarazoso de mi vida, no sólo por la vergüenza, sino porque dentro de unos meses parece que vas a ser tía. Mi instinto maternal me lo dice, además del examen que acabo de recoger del consultorio de la doctora Natividad. Así que se nos viene un Pocholito. Te cuento además que el bebé tendría ya su primer vídeo, pues el muy imbécil prendió la luz y grabó toditito...
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