Dícese del acto o circunstancia, en la que un individuo afina los cinco sentidos para dejarse llevar por el sublime placer de no hacer nada que valga la pena.
Dicha actividad o pasividad, es punible y merecedora de reproches por otros individuos que por obligación o por pura elección no acceden a ella.
Ejemplo: "Ya pues Nuñez, mucho hueveo, ponte a trabajar"
Como segunda, pero no menos importante acepción, refierase al término con el que se denomina al hecho de engatusar, engañar, burlar, etc. Aunque en este caso es mejor empleado como verbo.
Para mejor comprensión acudimos al siguiente ejemplo:
"Chabelita, ¿es verdad que sólo era un amigo, o me estás hueveando?
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