EL REENCUENTRO (décima)

Confieso con mucho asombro
que han pasado los años,
ya no somos unos ñaños
los que ahorita yo les nombro.
Sólo digo por asomo
que juergueamos en el Araoz,
pero ésta vez fue en el Callao
donde sería la chupeta,
una noche de ley seca
que creo que nadie ha respetao.
















Somos los que somos, se dijo.

Alex Charún prestó la jato,

tarde llegaron Martín y el Chato,
Harold, Willy y yo estamos fijos.
Y que no se diga que elijo
una noche en casa que esta noche.
Noche en que chupamos sin roche
pues somos los que mandamos,
aunque para salir tengamos
que aguantar algún reproche.


Se habló de todo y de todos,
del viaje a Canta y Chulucanas
de las trafas, de las ganas
de los profes y sus apodos.
Por si acaso no somos beodos
exclamaron en su partida,
Fuertes y Vargas van de salida,
nadie detiene a quienes quieren
quedarse, pero no pueden
seguir tomando de amanecida.















Ya era de día y no acababa,
el sueño hacía sus estragos
por consecuencia de los tragos
en un rincón Harold babeaba.
Cuando menos se esperaba
surgió un audaz pisco acholao,
que PPKUY en su ida a dejao
para hacer feliz este agasajo
que más parece un relajo
por el tiempo que ha durao.

A mí se me dio por dormir,
aunque la mesa no era adecuada.
Ya hacía efecto tanta cebada
o aquel cebiche de Martín.
La reunión llega a su fin,
nos vamos sin que nos voten.
A Charún no me lo azoten,
chaparemos nuestra combi
aunque viajando como zombis
siempre seremos "amigotes".